jueves, diciembre 20

Martín Santomé



















¿Desde cuándo los lunes se han convertido en una esperanza
en el bálsamo del silencio continuo de los domingos hirientes?
Releo La Tregua en una tarde
y comparto el desencanto de Santomé
deshojado por el tiempo
a la espera de la muerte.
Martina, habría de ser mi nombre:
También odio los domingos,
y si he de suicidarme,
será uno de esos días. 

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