lunes, mayo 27

Strangers












Hablemos del llanto
del dolor y del olvido.
Bebamos una copa
[sí, sólo una]
para no ponernos cursis
[mucho menos hipócritas]
Evitemos la estupidez innecesaria
de recurrir a los lugares comunes
[por favor no me preguntes “¿cómo estás o cómo te ha ido?”
porque ambos tenemos claro que no te importa]
Imagina que soy una extraña
que traba conversación con un extraño
en un sitio desconocido
donde jamás volverán a coincidir.

Acomódate, no estés tenso.
Prometo no mencionar cosas del pasado
[del abrupto pasado compartido].
Hablemos sobre el clima
[para distraer mi fúrica memoria]
quizá de política;
de la vida decadente de nuestra América
para adentrarnos en la penuria colectiva
y renunciar, aunque sea por un rato,
a la desdicha propia.
Arropemos el ideal trillado
de un  mundo democrático
con regímenes del pueblo y para el pueblo…
Y después, al término de esa única copa,
hagamos como que esta “casualidad”
fue mera coincidencia,
no el producto de una nostalgia idiota
que nos regresa a ese sitio tan nuestro,
ahora,
en un momento cuya temporalidad
                        ya no nos pertenece. 

No hay comentarios: